Riesgos de Implantes de Seno: Mi Experiencia Personal con la Enfermedad de los Implantes de Seno

Hace un tiempo compartí un video en mi canal de YouTube sobre la enfermedad de los implantes de seno. Pero ya transcurrido algo de tiempo, he podido aprender más y he decidido actualizar mi opinión.

Por eso quiero contarte más sobre mi propia experiencia y algunas conclusiones que me hacen percibirlos como potencialmente dañinos, aunque nos guste la idea de lucir un cuerpo más atractivo con este tipo de implantes y arreglos.

Deseo y Decisión de Usar Implantes de Seno…

Aproximadamente en 2012 (no recuerdo exactamente la fecha), me encontraba estudiando en Utah cuando de pronto surgió cierta incomodidad conmigo misma. Me veía y sentía que mi cuerpo podía estar mejor, que mis senos no estaban tan firmes como me gustaría tenerlos.

A muchas nos pasa que por diferentes razones sentimos que debemos hacer cambios y esa sensación nos da de forma diferente. Algunas quieren retocarse la nariz, otras las piernas y otras (como en mi caso) nos sentimos inclinadas a cambiar nuestros senos.

En medio del decidirme o no me di cuenta de que varias de mis compañeras ya se habían atrevido a tomar esa decisión y a pesar de que ya estaban bellas, se pusieron mucho mejor. Ahí fue cuando dije el sí definitivo y al poco tiempo ya estaba yo en mis citas y cirugía para colocarme los implantes.

Riesgos de Implantes de Seno

Una de las cosas que nos advierten antes de entrar al proceso es de un efecto natural de nuestro cuerpo que se activa cuando le agregamos elementos artificiales. En el caso de los implantes de seno también sucede; se trata de la respuesta de nuestro cuerpo hacia los agentes desconocidos que ahora se encuentran dentro de nosotras.

Durante el proceso, el médico realiza cortes, mueve los músculos, la grasa y abre el espacio ideal para colocar las bolsas de silicón o de solución salina (aunque incluso siendo de solución, la cubierta del implante sigue siendo de silicón).

Cuando nuestro organismo reconoce que se agregó algo, de inmediato envía el sistema de defensas a intentar eliminar esa intrusión. Y al tratarse de este tipo de material, nuestro cuerpo evidentemente no puede eliminarlo, por lo que actúa de forma diferente y nuestras defensas deciden encapsularlo.

Dicho de alguna manera, es como si nuestras células pensaran: ya que no sé qué eres y no te puedo eliminar, bueno al menos no te vas a mover ni saldrá nada de ti.

No obstante, esta cápsula está formada por una especie de costra que en algunasocasiones se hace muy gruesa y muy rápidamente, de manera que poco a poco comienza a hacer presión hacia el interior, afectando directamente el implante.

Cuando esto ocurre, la misma presión deforma el seno; es decir, perdemos el trabajo que hicimos para vernos mejor. Adicionalmente sentimos un dolor muy fuerte que indiscutiblemente debemos atender.

El proceso para solucionarlo es sencillo, vamos de nuevo al médico, este vuelve a cortar, saca el implante, limpia esas costras y vuelve a colocar todo dentro, en orden. Pero no significa que más adelante no vuelva a suceder.

Sin embargo, por supuesto existen innumerables casos donde estas capas de defensa aumentan su grosor muy lentamente y los efectos secundarios no se presentarían en varios años.

 Lo que es cierto es que nuestro cuerpo responde a la intrución, y por tanto la capa estará allí. 

¡Mi caso especial!

Por cosas de la vida mi experiencia fue muy particular. Entre la parte delantera del seno y el pecho, que queda detrás del implante, debe quedar una abertura, un espacio para que el implante se pueda mover. Pues ese espacio en mi seno derecho se selló por la misma capsula.

Podrás imaginar el dolor y la presión, además de que la solución médica también fue bastante drástica. El doctor manualmente hizo una fuerte compresión del seno contra el pecho para que se rompiera la capa en la parte de arriba y así el espacio quedara libre.

De primera instancia hubo un fuerte dolor que por supuesto también afectó la movilidad de mi brazo derecho, pero con el respectivo reposo podríamos decir que hubo una recuperación “normal”.

Lo que no entendía era que de pronto aparecían punzadas del lado derecho, además de que se notaba que el seno derecho estaba un poco más caído que el izquierdo.

En cierto punto a esas cosas no le damos tanta importancia si eran asuntos leves. Sin embargo al paso de un par de años surgieron algunas señales que sí me comenzaron a preocupar, y adivina, todas relacionadas con el lado derecho. Estaba comenzando la enfermedad de los implantes de seno.

¿Casualidad? Ya veremos.

Enfermedad por Implantes de Mamarios

¿Cómo te sentirías si notaras que tu cabello comienza a caerse solo de un lado de la cabeza?

Es normal en muchas de nosotras que al bañarnos o al peinarnos notemos que perdemos algo de cabello, como si las partes débiles se rompieran y terminaran en nuestras manos o el cepillo. Pero cuando hablo de este caso personal, me refiero a que solo tocar el cuero cabelludo era suficiente motivo para terminar con las manos llenas de cabello.

No obstante el desprendimiento venía desde la raíz del cabello. Era impresionantemente aterrador, no se trataba del clásico hilo largo desprendido, sino más bien del cabello corto, del que apenas nacía.

Adicionalmente apareció en mi pierna izquierda un desgaste muscular, dejando un hoyo que se sentía al pasar la mano, no había dolor en él, pero definitivamente eso no es normal y no es algo saludable.

Así que fui al médico a revisar lo que pasaba pero tampoco le encontraron sentido. Si no fuese ya suficientemente extraño, ahora agrégale que aparecieron manchas en la piel y de manera muy particular dos manchas alargadas en la espalda.

Tal vez te parezca algo sin sentido y casi una fantasía, pero igual de extrañada estaba yo, así que te entiendo.

Además sentí muchas veces la sensación de hormigueo en las plantas de los pies y las manos; sumado a que los pies se afectaron quizás un poco más ya que en ellos aparecieron piquetes y eventualmente se ponían súper fríos.

Cada síntoma por separado era peculiar, juntos eran desconcertantes y lo que me daba miedo era darme cuenta que la gran mayoría de ellos tenía que ver con el lado derecho del cuerpo. De la misma manera que el implante que tuvo problemas en adaptarse.

Cuando se juntan todas las cosas…

Ahora que miro hacia atrás puedo ver con más claridad cómo varios factores se juntaron al rechazo que mostró mi cuerpo detonando la enfermedad de los implantes de seno.

Para esa época hubo tres aspectos de mi vida, que crearon el escenario perfecto para que se manifestaran todos estos síntomas.

En primer lugar, tenía un ritmo muy acelerado. No descansaba bien. No comía bien. Mi comida chatarra consistía de golosinas y mi comida (supuestamente saludable) era comida chatarra como pizza, hamburguesas y comida congelada. Así que podrás imaginar el estilo de vida que estaba formando.

A pesar de que atendía mi familia, los estudios y otras cosas, hoy por hoy comprendo que nunca es excusa para descuidar algo tan delicado y elemental para la salud como lo es la alimentación.

En segunda instancia se sumaron algunas dificultades en casa. Fué una época en donde pasé por mucho estrés por los problemas de mis hijas adolescentes las cuales me ocasionaron problemas con mi esposo… Sin entrar en detalles puedo comentarte que esas cosas me afectaron mucho a nivel emocional y no sé si sabes pero nuestras emociones afectan nuestro cuerpo y cuando son emociones negativas, nos debilitan.

Así que ya por allí se estaba ampliando la posibilidad de contraer alguna enfermedad. Y para cerrar la lista se sumó un hecho que me derrumbó emocionalmente por años y a pesar de ahora estar bien, es algo que nunca deja de afectar.

En la misma época perdí un bebé. Ciertamente no estaba planificado, pero apenas supe que estaba encinta por supuesto que me emocioné y ya lo esperaba. Desafortunadamente, Dios sabrá el por qué permitió que las cosas sucedieran así.

Ahora bien, ese fue el cuadro completo, y sé que algunas de ustedes estarán diciendo que entonces tal vez no fueron los implantes. Pero luego de aprender sobre genética, investigar sobre el funcionamiento del cuerpo y muchas otras áreas relacionadas con la salud; puedo explicarte lo siguiente:

Cada cuerpo es diferente y reacciona diferente a ciertas circunstancias, en mi caso particular ya estaba sometida a fuertes situaciones de estrés que evidentemente habían debilitado mi sistema inmunológico. Mi cuerpo no estaba preparado (a nivel emocional y por ende a nivel fisiológico) para ser alterado y le di una estocada con los implantes de seno.

Así que no se trata en sí de si sufrirás los mismos efectos que yo, sino de tu predisposición genética a soportar los implantes. Hay mujeres que tienen años con ellos y no han manifestado cosas de este tipo y hay mujeres que han vivido cosas mucho más fuertes por el rechazo de los implantes de seno.

Una decisión radical

Por supuesto había que hacer algo drástico. No sabía si mis síntomas de salud mejorarían al remover los implantes pero si no los removía, siempre tendría la duda.

En mi lógica (y espero que en la tuya también) no tenía ningún sentido el tener senos voluminosos si esto significaba que mi salud estuviera deteriorando progresivamente. 

Así que la decisión fue sacarlos de allí.

Por supuesto era extraño saber que ya mi piel se había estirado y claro que me preocupaba el cómo iban a quedar mis senos ahora. Pero haber pasado por esos síntomas de la enfermedad de los implantes de seno no me dio muchas alternativas para pensar.

Decidí escoger la salud en vez de la belleza artificial.

La buena noticia es que una vez se hizo la extracción, mi cuerpo comenzó a normalizarse; donde había perdido músculo en la pierna ya está todo bien. Ya cesaron los hormigueos de las plantas de manos y pies, desaparecieron los piquetes.

También muchas de las manchas se esfumaron, aunque aún quedan algunas de manera sutil. Y a pesar de que el cabello no volvió a crecer de donde se desprendió, el cambio más notable fue que dejó de caerse.

Definitivamente no creo que se trate de ningún tipo de casualidad. Las señales eran claras y la evidencia saltó a la vista, así que de seguro ahora comprenderás mi punto de vista cuando alguien me dice que se quiere agrandar los senos.

En la actualidad sigo ajustando mi estilo de vida, aún me quedan unos asuntos por resolver, como los tiempos de descanso y otros más biológicos que de rutina, como un desbalance que tengo relacionado con los electrolitos.

Paso a paso voy acercándome a esa recuperación total y estoy segura de que pronto te estaré compartiendo el resultado final.

Para concluir…

Si tu deseo es hacerte cirugía aun sabiendo de este caso personal de una enfermedad de los implantes de seno, solo puedo sugerirte que estés  muy atenta a cada eventualidad que tu cuerpo presente, para que puedas atenderla a tiempo y de la mejor manera.

Antes de ponerte implantes, te aconsejo que primero te informes de todos los casos de mujeres que han experimentado síntomas similares a los mios al ponerse implantes de seno. De esta manera podrás hacer una decisión informada y no cometer el mismo error que yo cometí años atrás por la ignorancia.

Por supuesto deseo que todo te salga de la mejor manera y siempre te mantengas bella, saludable y sobre todo inmensamente feliz contigo misma.

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