¿Porque No Adelgazo Si Hago Dieta y Ejercicio? ¡LO QUE NADIE TE DICE!
Se ha demostrado que existen suficientes razones físicas que justifican el hecho de que no puedas perder peso. Sin embargo, también se presentan las ocasiones donde no hay aparente respuesta al porque no adelgazo cuando llevo todo en orden.
Por eso he decidido compartir contigo un punto muy interesante que quizás no me sigas al principio, pero después lo comprobarás tu misma. Hoy hablaremos de lo que nadie te dice que debes cuidar para estos casos.
Sin embargo, por lo técnico del tema creo que es más simple de explicar si lo comparamos con armar piezas para tener un cuadro completo.
Pero este puzzle tiene solo dos, así que tranquilas.
Hago dieta y no adelgazo – Nuestros Pensamientos… La Primera Pieza
La verdad es que desde cierto punto de vista no basta con hacer dieta para bajar de peso. Tampoco es suficiente someterte a intensas jornadas de ejercicio ni agregar ayuno.
El motivo es que todo esto cubre partes físicas, pero nuestro ser no se conforma solo de nuestro cuerpo. La realidad revela que nuestra totalidad abarca aspectos físicos, espirituales y mentales. No obstante, todas se relacionan entre sí.
Un ejemplo de esto es que nuestros pensamientos influyen directamente en nuestro organismo; lo alteran tanto para bien como para mal.
Quizás esto te haga un poco de ruido al principio, pero evaluemos un poco…
¿Has notado que las personas tristes y deprimidas son más propensas a sufrir enfermedades? ¿Has notado por el contrario, que quienes se mantienen optimistas y alegres son más fuertes con respecto a temas de salud?
Estoy segura de que sí; tenemos decenas de casos que dan evidencia de los dos puntos. ¡Eso no es casualidad! Tampoco es magia; se trata de procesos naturales de nuestra existencia.
Para entender un poco lo que sucede es necesario visualizar nuestros pensamientos como la base que produce nuestras emociones ¿estás de acuerdo?
Pues, algunos especialistas médicos afirman que las emociones son la respuesta física de nuestro cuerpo en relación a nuestros pensamientos. Y dependiendo del tipo de emoción pueden (entre otras cosas) debilitar o fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Por eso unos viven enfermos y otros nunca enferman…
Ahora bien, esto no se me ocurrió a mí. Puedes validar esta información si revisas material del Doctor Mario Alonzo Piug, o del Doctor Deepak Chopra después de visitar mi canal de youtube.
Entonces, partiendo de esa perspectiva, ¿Qué tipo de pensamientos tienes cuando hablamos de bajar de peso?
¿Por qué no pierdo peso? – Estrés… La Segunda Pieza
Sin embargo ese no es el único indicio de lo que podría estar afectando tu proceso de pérdida de peso.
Si nos enfocamos en temas netamente biológicos, debemos evaluar un elemento que casi nunca es considerado importante para estos temas. A ciencia cierta es extraño salir a hacer ejercicio con nuestras amigas o preparar una receta keto y sentarnos a hablar sobre el sistema nervioso.
Sin embargo, creo que de vez en cuando haría un bien…
Lo cierto es que como especie humana disponemos de un Sistema Nervioso (SN) de dos partes, el SN Simpático y el SN Parasimpático. Cada uno con funciones determinadas y diferentes.
El SN Parasimpático es la parte de nuestro sistema nervioso que mantiene en funcionamiento nuestro cuerpo cuando “todo está normal”. No hay presión de ningún tipo, no hay peligro; vivimos armónicamente en el ciclo de la vida.
Cuando el SN Parasimpático tiene el control, todas las funciones de nuestro cuerpo (incluido el metabolismo y la digestión) funcionan en orden.
No obstante, cuando enfrentamos algún peligro eventual, nuestro organismo cambia el switch y activa una modalidad de supervivencia a través del SN Simpático.
Ahora bien, cuando esto sucede; el SN Simpático suprime las funciones de nuestro cuerpo que no son necesarias para la supervivencia.
Por lo tanto, toda la energía se dirige a los ógranos que nos sean útiles para la huida o para la batalla, y como comprenderás, asuntos como el sueño, el raciocinio e incluso la digestión no son exactamente la prioridad.
Lo que quiere decir que el estrés impide el buen funcionamiento de nuestro sistema digestivo y por ende de nuestro metabolismo. Y quizás estés pensando en que como tú no eres del tipo de mujer que se expone al peligro, que esto no te podría afectar.
Sin embargo debo confesarte que algo que todas tenemos en común es que tenemos un fuerte deseo por recuperar nuestro peso ideal, y en la mayoría de los casos nos estresa ver que el proceso vaya más lento de lo que queremos.
Nos preguntamos día y noche ¿por qué no adelgazo… lo estoy haciendo bien… hará falta más esfuerzo… si seré capaz de lograrlo…?
Nos estresa ver que en vez de bajar de peso, subimos un par de libras. Nos estresa darnos cuenta de que luego de entrar en cetosis nos salimos por alguna imprudencia…
Todo ese estrés nuestro cuerpo lo percibe como peligro y activa el SN Simpático.
Hago dieta y no bajo de peso – El cuadro completo
Nuestra atención a partir de ahora debe agregar un apartado hacia el tipo de pensamiento que tenemos. Si con frecuencia nos alimentamos (mentalmente) de miedo, frustración, ira y demás es posible que estemos armando un coctel perfecto para no bajar de peso aún con dietas y ejercicio.
Al tiempo que debilitamos nuestro sistema inmunológico, damos la orden de que nuestro sistema digestivo pase a operaciones de segundo plano y en ese estado ocurre el peor de los escenarios para quienes entran en cetosis.
En una situación como esa nuestro cuerpo nota que requiere una dosis adicional de atención y energía. De manera que dispara los niveles de cortisol y junto con esta hormona, también glucosa e insulina.
Anulando por completo todos los esfuerzos de la dieta cetogénica, el ayuno intermitente y el ejercicio.
¿Por qué no adelgazo? – La clave no física
Lo curioso es que nuestro cuerpo no distingue si nuestro estrés es causado por algo pequeño, insignificante o por el contrario, una verdadera situación de peligro. Por lo tanto, cada vez que al cocinar, o comer, dudas de lo que hará esa comida en ti, estás activando el modo estrés.
Cuando vives de prisa, sin descanso, calculando milimétricamente el régimen de la dieta y preocupándote demasiado por no perderla, también estás estresando tu cuerpo.
Incluso cuando dejas que situaciones externas te afecten por demás, estás abriendo la posibilidad de que todo este proceso negativo y desagradable se active.
Así que lo mejor que podría aportarte para que logres verdaderamente tu objetivo es la siguiente recomendación:
Evita estresarte, especialmente por temas relacionados con la alimentación. La intención de todo esto es disfrutar el proceso, hacerlo ligero y con la menor resistencia.
Sé que el control de la comida es importante, las calorías, el control de los carbohidratos, el tiempo para entrar en cetosis… Pero si te estresas por lograr la perfección del proceso, estarías echando todo a la basura.
IMPORTANTE:
Si bien es cierto que estos aspectos afectan de manera negativa el proceso de pérdida de peso, tampoco quiere decir que debemos irnos hasta el otro extremo y pensar que podemos comer comida chatarra mientras pensamos bonito en paz y amor y que de esa manera lograremos bajar de peso. Cualquiera de los 2 extremos es malo!
Una vez más te recuerdo que todo se trata de equilibrio y fluidez.
Por supuesto, nada es perfecto y absoluto, así que hay que vivir cada paso a la vez.
La comida es importante, el ejercicio es importante, el descanso es importante, pero también (entre otras cosas) tu mente es muy importante.
¡Somos Seres Completos!