¿Sientes la Necesidad de Comer Dulce? Cómo Eliminar la Adicción al Azúcar
Después de recibir varios de sus comentarios me di cuenta de que existen algunos retos comunes cuando arrancamos un plan keto. Uno de ellos es superar la necesidad de comer dulce.
Por una parte podemos decir que nos volvemos estrictas con nosotras mismas, y nos alejamos de los carbohidratos para poder entrar en cetosis. Sin embargo, eso no significa que nunca llegan los días en que cedemos a la tentación por el dulce.
Por lo general caemos en esa tentación frente a las “ocasiones especiales” como la navidad, algunas fiestas e incluso visitas particulares.
En esos momentos nos decimos a nosotras mismas cosas como: “hago el sacrificio un par de días y ya luego con algo de ejercicio y ayuno retomo la dieta cetogénica”.
Pero lo que realmente sucede es que se nos hace cada vez más difícil soltar esa adicción por el azúcar y es algo muy frustrante.
A mí me ocurrió muchas veces antes de aprender a dominarme, y por eso te invito a descubrir cómo pude superar la necesidad de comer dulce.
Adicción al Azúcar – Parte de mi historia
Partiendo desde la sinceridad, debo confesarles que Yo Soy (y me considero) una adicta al azúcar; una “Azúcarholic”. Gracias a Dios no tengo problemas con el alcohol, no tomo café, no soy adicta a los refrescos, en fin no tengo ninguna dependencia con ninguna sustancia, excepto el azúcar.
Si recuerdo bien, a finales de 2018 había logrado bajar esas libras de más y me sentía fantástica por haber alcanzado mi peso ideal. Sin embargo, por ser navidad, mi familia y yo tomamos un viaje para encontrarnos con los demás parientes en Arizona.
Estando allá, todos sabían que me gusta cocinar (y modestia aparte se me da bien), así que me delegaron todos los platos dulces de esos días.
¿Te imaginas el olor de la cocina cuando haces pan, buñuelos, roles de canela, cheese cakes, flan…?
Me conozco lo suficiente como para saber que amo tanto lo dulce que no me podría resistir a probar lo que yo misma estaba preparando. Después de todo, sabía que estaban deliciosos y a fin de cuentas se trataba de “compartir con la familia en la navidad”.
Entonces una vez que terminaba cada plato, caí en la dulce tentación.
Mi salvación era que sabía que iba a subir unas cuantas libras pero que como se trataba de pocos días, al cabo de regresar me daría la tarea de bajarlas de nuevo y todos felices y contentos.
Sólo “unos cuántos días” para dejar de comer dulce
El gran detalle es que estos “pocos días” se convirtieron en semanas y se juntaron con año nuevo. Por supuesto, más fiesta, más compartir, más comida, más tentación.
A fin de cuentas ya estaba allí, ya tenía la fórmula para volver a bajar de peso y encima se hacía cada vez más fuerte mi necesidad de comer dulce. Así que decidí sacrificar la dieta cetogénica por todo ese lapso de tiempo para luego retomarla en enero.
Sin embargo la perfección de ese plan de sacrificio momentáneo nunca llegó; entre una y otra cosa llegó febrero y no había parado de comer dulces y carbohidratos.
Entonces comencé a notar que ya los pantalones me quedaban muy apretados, me miraba al espejo y podía ver los rollitos salirse por los lados, mis mejillas estaban más gordas… En fin, había suficiente evidencia para decir que se me pasó la mano.
Lo que había iniciado con un aumento de 6 libras, había sumado casi 20 libras. Una cifra que para mis condiciones representa muchísimo.
Por un momento pensaba en comprar ropa más holgada, pero luego caí en cuenta de que no estaba solucionando realmente mi problema de adicción al azúcar. Si seguía así no importaba que talla comprara, poco más tarde debía volver a cambiar mi armario.
Ansiedad por el dulce
La verdad es que esta necesidad por comer dulce es algo que frecuentemente me ataca. Y observándome a mí misma pude conocer algunas cosas interesantes.
Por ejemplo descubrí que si paso la primera semana de la dieta cetogénica ignorando por completo (a la fuerza), todo lo que contuviese azúcar, se me hace mucho más fácil vencer la tentación en el futuro.
Cumplido ese tiempo puedo decir un no absoluto a la posibilidad de consumir carbohidratos. La única forma es que tenga muchísima hambre y sea lo único que tuviese en frente para saciarla.
Así que me aseguro de tomar las previsiones para mantenerme esa primera semana de purificación de antojos totalmente alejada del azúcar, y luego solo evito pasar muchas horas sin comer o me abastezco de todo un inventario de cocina cetogénico.
Pero, el problema no es después de esa semana sino antes. ¿Cómo supero la necesidad de comer dulce desde el principio?
¿Cómo dejar de comer azúcar?
Después de tanto intentar, fallar y pensar, me dije a mi misma ¡No más Excusas!
Luego entendí que no podía lograr mi peso ideal en una semana, por intensa que fuese, se trata de cumplir con un proceso. Si al caso vamos, no subí todo ese peso de un día para otro, entonces ¿por qué nos enfocamos en revertir el daño mágicamente?
Puede tomarte un mes o un año, dependiendo de tus decisiones, tu metabolismo y tus hábitos. Pero lo que realmente importa es que lo logres, no es una carrera de velocidad, se trata más bien de resultados.
Entonces decidí iniciar un proceso congruente y responsable asumiendo el tiempo que me tomara. Por supuesto debía llevar un control de peso frecuente para poder monitorear cómo iba en esa meta.
Fue entonces cuando noté la imperfección que nos hace libres. Era muy difícil para mí mantenerme apegada estrictamente a la dieta cetogénica por un largo tiempo.
Lo lograba por unos días y luego salía de cetosis. Así que me hallaba en ese vaivén hasta que opté por establecer metas pequeñas, perdonarme las salidas y retomar lo más rápido que pudiese mi camino.
Por supuesto en aquella oportunidad me tomó varios meses comenzar a ver cambios significativos y claro que era frustrante. Solo imagina celebrar que bajas 4 libras y de pronto subes dos o tres.
Ese evento sucedía con frecuencia, bajaba y subía de peso poco a poco, pero como estaba enfocada, noté que si seguía así, la tendencia se inclinaba más hacia el bajar que al subir.
Claves para vencer la necesidad de comer dulce
Durante el proceso descubrí que me hacía más daño si no aprendía a perdonarme las imperfecciones. Somos humanas y por supuesto nos vamos a equivocar, vamos a fallar y eso nos hace imperfectas en cualquier escenario.
Pero, podemos frustrarnos por no alcanzar la perfección o podemos permitirnos ser imperfectas. Fue así como me liberé de esa presión tóxica que me agobiaba y pude avanzar con mayor tranquilidad hacia mi objetivo.
La clave es que dentro de las fallas aprendamos a compensar y a corregir, en el tiempo que sea necesario y desde una actitud de aprender, avanzar y mejorar.
Si momentáneamente rompía la dieta, me enfocaba en buscar desde la tranquilidad qué cosas podía hacer para compensar esa salida de la dieta. Quizás algo de ejercicio, quizás algo de ayuno o cualquier otra cosa que vaya acorde al plan.
Adicionalmente aprendí a distinguir entre el hambre y los antojos. Entendí que si me encontraba saciada y satisfecha, los antojos se iban a disipar.
Por lo tanto mi decisión fue de no pasar hambre y de alimentarme cuantas veces fuese necesario con la salvedad de que consumiera solo alimentos con alto poder nutricional. No es igual comer comida chatarra seis veces al día, que las mismas seis veces pero comida saludable y balanceada.
¿Cómo eliminar la necesidad de comer dulce?
Como de seguro ya notaste, entiendo perfectamente cómo puedes estar sintiéndote en caso de que también tengas una fuerte adicción por el azúcar. Pasé por allí, sé lo frustrante y lo difícil que es dejar de una vez ese enganche con los dulces.
Sin embargo quiero afirmarte que Sí es Posible.
Yo fui paciente, establecí mis metas, sostenibles, cortas y fáciles de cumplir. Con el tiempo logré un excelente resultado y estoy dispuesta a guiarte a obtener el tuyo.
Por eso quiero compartir contigo más detalles de lo que aprendí sobre cómo puedes eliminar la necesidad de comer dulces y bajar de peso de una manera congruente, sin necesidad de forzarte más de lo que tu cuerpo resistiría.
Así que dejo a tu alcance este mini curso ¡Adiós a los Antojos! Donde además de solucionar de una vez este problema, también te guiará a eliminar la ansiedad por la comida.
Allí pondremos en práctica diferentes técnicas que van desde aspectos psicológicos hasta otros más prácticos como el evaluar y mejorar tus hábitos alimenticios. Por supuesto, no podríamos pasar por alto los aspectos emocionales y demás elementos mentales que influyen en el proceso.
El contenido está organizado de manera que podemos atacar el problema de los antojos por desde diversos puntos para lograr una mayor efectividad.
Y si estás pensando en que careces de la fuerza de voluntad necesaria para romper con esta adicción, permíteme compartirte lo siguiente:
En la mayoría de los casos, no se trata de tener o no suficiente fuerza de voluntad, sino de compensarlo con herramientas, técnicas y por supuesto una mentoría que esté allí para reforzar tu decisión y lograr lo que te planteas.
Así que como verás desde mi experiencia he aprendido a superar mis propios obstáculos, he aprendido a manejar algunas de mis imperfecciones y sigo aprendiendo para mejorar cada vez más.
Soy igual que tú, solo que me tomé la labor de aprender más sobre mí para luego compartir contigo las respuestas que necesitas cuando se trate de solucionar los mismos problemas.
¡Nos vemos dentro el curso!